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jueves, 29 de diciembre de 2022

Un cuento x semana #12: Todos mis días

Mamá y papá discuten. Todos los días.

Debe ser que tengo sólo seis años, entonces no puedo recordar cuando no lo hacían, porque según el abuelo los niños solo recordamos a partir de ahora, no antes. Debe haber sido ese, el tiempo que no puedo recordar, el tiempo en el que se quisieron tanto que papá puso la semillita en mamá y nací. Aunque es verdad que él pudo haber puesto la semillita mientras estaban discutiendo. Una vez la abuela sembraba mientras le gritaba al abuelo y de ahí después salió el limonero, así que yo podría ser ese limonero y mamá y papá haber estado también peleándose en ese preciso momento, no sé.

Mamá y papá discuten. Todos los días.

Los días del fin de semana también, aunque como soy chica todavía no distingo los días de semana de los de fin de semana pero lo que sé es que esos días, los del fin de semana, son los que papá está más tiempo en casa, porque no va a trabajar, pero mamá se queja de que cuando está en casa lo único que hace es mirar partidos de futbol en la tele, y no le ayuda con nada. Las cosas con las que mamá quiere que papá le ayude son las que la abuela hace en la semana pero mamá no puede porque tiene que trabajar, así que las hace todas juntas el fin de semana. Lavar, planchar, limpiar, hacer la compra, cocinar mucha comida para que después la comamos los días de la semana, lustrar los zapatos, ordenar. Yo me duermo mientras ellos discuten. Y como no me leen cuentos porque están discutiendo me duermo con el libro de mi prima Marita, que se llama “Todos mis días”. Marita me dijo que me sirve para aprender a leer, pero no me sale todavía.

Mamá y papá discuten.

Los lunes porque papá estuvo el domingo despierto hasta tarde mirando partidos de fútbol en la tele y tomando cerveza y le costó mucho despertarse el lunes, entonces tuvo todo el día mal humor, cuando llega a casa sigue de mal humor y dice que porque tiene resaca. Supongo que la resaca será algo como que lo saca pero de más, la re-saca, y si lo saca puede ser que no sea él mismo. Será algo que le hacen los partidos de fútbol o la cerveza o la combinación, como cuando mamá toma pastillas y vino. Al día siguiente ella también dice que tiene re-saca, será por la combinación, supongo yo, pero es por eso que los lunes discuten, siempre, a la hora de la cena, cuando nos vemos los tres. Él dice que tiene mal humor porque tiene resaca y ella dice que ella aunque también tenga resaca no tiene mal humor, que en realidad él tiene mal humor porque odia su trabajo y los lunes se acuerda. Papá trabaja de oficinista, escribe cosas en una máquina y después escribe cosas en la calculadora. Mamá es maestra. Así que los lunes yo me duermo con el libro de Marita, mirando los dibujos porque todavía no sé leer.

Mamá y papá discuten.

Los martes también. Ese día el problema es que mamá siempre me lleva después de su trabajo a lo de la tía Elsa, que es su hermana y es mi tía favorita porque como no tiene hijos me regala muchas cosas y me dice que nunca va a tener hijos porque tiene miedo que no sean tan lindos como yo. Elsa y mamá hablan de papá. Elsa dice que papá es un vago de mierda y mamá le dice y qué querés que haga. Creo que Mamá cree que si le dice a Elsa otra cosa Elsa se va a enojar porque siempre está un poco enojada con papá. Mamá me dijo una vez que es porque antes de ser novio de mamá, papá era novio de Elsa. Entonces cuando volvemos de lo de Elsa, mamá tiene todas esas ideas en la punta de la lengua y se las dice a papá. Papá rezonga y le grita que siempre tu hermana te llena la cabeza. Yo me duermo mientras ellos discuten, a veces creo que puedo leer una palabra del libro de Marita, pero no estoy segura.


Mamá y papá discuten.

Los miércoles porque papá llega tarde de jugar al futbol con sus amigos. Los amigos de papá son Rolo, Fernando y el Sr. Rodríguez que además es el médico de la familia. Es el que le da las pastillas a mamá. Pastillas para soñar con los angelitos, me dijo una vez el Dr. Rodríguez cuando le pregunté qué eran. Yo quisiera soñar con los angelitos también, le pedí. Pero me dijo que los nenes soñamos con los angelitos si nos portamos bien, así que no me hacían falta. Parece que mamá no se porta bien. Los miércoles a veces el Dr. Rodríguez viene a cenar a casa con papá, y mamá se queja de que nunca le avisa si viene o no viene, entonces que o cocina de más o cocina de menos. No me tenés consideración, dice mamá, a papá, a veces adelante del Dr Rodríguez. Yo me duermo mientras ellos discuten. El libro de Marita tiene atrás de todo actividades para completar, pero es para los que saben leer, así que como todavía no puedo solo las miro.

Mamá y papá discuten.

Los jueves porque viene la abuela a ayudar a mamá con la casa. Papá y la abuela no se llevan bien. Papá dice que la abuela es una vieja de mierda y la abuela que él es un vago de mierda y que ya le había advertido a la tía Elsa que no se juntara con él pero después dice que Dios la castigó y que por eso la otra hija se juntó también con él. Papá prefiere cuando viene su mamá, que no es muy seguido, porque vive lejos. Pero ahí es cuando mamá se pelea con la mamá de papá porque le dice que papá es un vago porque sigue con el mismo trabajo de siempre y la mamá de papá, que no sé por qué pero para mí no es mi abuela abuela, pero en realidad sí es mi abuela, le dice y qué querés, si nunca tuvimos plata para que estudie. Cuando se va la abuela o cuando se va la no abuela, mamá y papá discuten porque no se ponen de acuerdo en quién tiene razón de las dos. Yo me duermo mientras ellos discuten. A veces miro el techo y puedo ver las letras del libro de Marita flotando, pero me parece que eso no es leer.

Mamá y papá discuten.

Los viernes porque me llevan a comer afuera. Nunca se ponen de acuerdo con lo que quieren comer entre ellos y siempre me preguntan a mí y yo digo siempre hamburguesas y mamá dice siempre que no y papá dice siempre que sí porque nunca comemos hamburguesas en la semana. Eso es verdad porque mamá cuando le pido hamburguesas me dice que no porque engordan y ella no quiere ser la típica señora gorda. Y yo le digo que si quiere ella puede comer otra cosa pero yo quiero hamburguesas y ella me dice que no tenemos plata para comer varias cosas que quién me creo que soy la reina de Inglaterra. Como siempre dice Deinglaterra todo junto yo mucho tiempo pensé que Deinglaterra era un país, pero la abuela me explicó que no, que en realidad Inglaterra es un país y que la reina es la señora que gobierna ahí. Le pregunté si era una señora gorda y me dijo que no, así que no debe comer hamburguesas. Esto tiene que ver con lo de los viernes porque cuando volvemos de cenar afuera, papá y mamá discuten. Mamá dice que no podemos salir todos los viernes porque no somos la reina de Inglaterra. Papá le dice que para qué trabaja si no puede darse un gusto. Y yo me duermo mientras ellos discuten.

Hoy es sábado, papá y mamá discuten y yo estoy sola en mi habitación, con el libro de Marita en el regazo. Esta vez la pelea es porque papá se compró un traje nuevo y mamá le dice que no puede gastar en cosas que no son de primera necesidad. Me esfuerzo mucho mucho muchísimo y lo logro: “Mi mamá me ama” leo para mí. Lo vuelvo a leer. Mi mamá me ama. Cierro el libro, leo la portada. Todos mis días. Leo escrito con un lapicera "Marita" en la primera página. Salto de la cama de emoción, por fin lo logré, sé leer. Salgo de mi habitación y voy corriendo a ver a mamá y papá y les digo que sé leer, sé leer y salto y grito sé leer. Ellos interrumpen su discusión, me miran y se quedan en silencio un segundo. Después vuelven a discutir como siempre. Me voy corriendo a la biblioteca de casa, agarro los tres libros más grandes que hay en el estante de abajo, porque a los de arriba no llego. Me encierro en mi habitación con ellos. Mamá le dice vago de mierda a papá, ruido seco, llanto, cosas rotas. Empiezo a leer y ya no escucho nada más.

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