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martes, 28 de julio de 2015

ChacaPeaks: Business


Su oficina da a un amplio jardín lleno de tilos y abedules. Le sirve para conectarse con la naturaleza, con lo básico y lo indescriptible de la sabiduría ancestral que dan los arboles, en esa templanza que produce ver crecer algo lento y fuerte. En su escritorio hay unas cuatro mil firmas contra los negocios inmobiliarios de Pancho Ipazaguirre, uno de sus amigos más leales. Lo citó a las tres y lo sigue esperando. A las cuatro y media llega al despacho, alertado de que no hay buenas nuevas para él.
En el día de ayer, una buena noticia, de esas que cada vez hay menos, sacudió a los vecinos de Chacabuco: se trata de la inauguración de un Centro de Primeros Auxilios que contará con muchísimas de las nuevas tecnologías aplicadas a la prevención y la salud en todas sus esferas.
-Son demasiados, Panchito, juntaron demasiadas firmas, vas a tener que frenar un poco.
-No me hinches las pelotas. Es todo legal.
Con la presencia de las más altas autoridades del municipio y delegaciones del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires especialmente invitadas para el evento, se dio comienzo a la ceremonia de apertura de este importante Centro, que contará con la asistencia de muchos vecinos que podrán no solo cubrir sus necesidades de chequeos de rutina sino también vacunar a los chicos y ancianos contra la gripe de manera gratuita.
-¿Y desde cuándo a vos te importa lo que quieren unos negros de mierda?
-Desde que son los votos que necesito, muñeco, o cómo te crees que se gana una intendencia.
-Pensé que había que comer mierda de arriba nada más ¿Abajo también tenés que entregar el culo?
-Dejalo tranquilo a mi culo que está bien así, algo tenés que hacer.
-Está bien, está bien, si querés le perdono la vida al infeliz de Artusi, pero es lo único que pienso ceder.
Tras el evento, Francisco Ipazaguirre fue distinguido por el Concejo Deliberante por haber aportado la totalidad de los fondos para la realización de las obras, la compra de insumos y el equipamiento.
-Necesito un gesto, Pancho, algo que salga en el diario, todo el mundo sabe que somos amigos.
-Bueno, construyamos algo, te tiro un par de cheques y listo.
-¿Un hospital?
-Con un salita estamos, a ver si el gobernador se nos pone celoso que no lo necesitamos.
Aunque se mostró agradecido por la mención a su nombre y la placa que se colocó en una de las salas del Centro, el gerente de la inmobiliaria más importante de la zona se retiró rápido del predio, aduciendo que debía atender otros asuntos urgentes.
-Bueno, volvamos a lo importante: ¿Te compraste la Toyota al final?

-No, me la querían cobrar en pesos y no es negocio.

jueves, 23 de julio de 2015

Columna de cultura

Para Llevalo Puesto

Festejamos el dia del director audiovisual con 5 canciones del cine nacional:

1) Los Náufragos - Otra vez en la vía - Película: "El Profesor Hippie" Fernando Ayala y libro de Abel Santa Cruz -(1967)
2) Feliciano Brunelli- Barrilito de Cerveza - Película "Esperando la Carroza" - Alejandro Doria - (1985)
3) Daniel Martín y Fernando Barrientos - El Amor es más fuerte- Película "Tango Feroz" - Marcelo Piñeiro -(1993)
4) Andrés Calamaro - Algun lugar encontraré - Película "Caballos Salvajes"  - Marcelo Piñeiro - (1995)
5) Rita Pavone - Il ballo del mattone -  Película "Nueve Reinas"  Fabián Bielinsky (2000)
Bonus --> Cristian Castro - Lloviendo Estrellas - Película: Un novio para mi mujer - Juan Taratuto (2008)


 

martes, 21 de julio de 2015

ChacaPeaks: Democracia




La juntada de firmas para que Pancho Ipazaguirre dejara de lucrar con las deudas incobrables con las que había amasado su fortuna parecían una especie de botella tirada en pleno mar en el momento justo en el que el Titanic choca con el iceberg. ¿Quién había mandado a esos a creer en el derecho cívico de protestar?
¿Quién les había dicho que muchos juntos pueden cambiar esas cosas que solo uno o dos deciden en el fondo?
Sin embargo, las jornadas de movilización fueron exitosas: día tras día las señoras de Gómez, Rodríguez y Machado habían recorrido puerta por puerta, explicado los pormenores de la estafa por los cuales sus lotes estaban en peligro de ser expropiados por el mismísimo señor usura. Habían dado lecciones aprendidas de memoria en jornadas de torta de ricota y bizcochitos de manteca sobre cómo Ipazaguirre padre e Ipazaguirre abuelo habían hecho del ahora Ipazaguirre hijo un verdadero Rockefeller. No les costó mucho: como el Sr. Usura era más conocido por viejo que por diablo, el que no se animó a firmar fue por eso, porque no se animó.
Luego de un mes de arduo trabajo, las patriotas lo habían logrado: más de dos mil firmas para que Ipazaguirre deje de otorgar créditos a aquellas familias que no tenían –y nunca iban a tener– fondos para pagarlos. Más de dos mil firmas que, en el despacho del que correspondía, iban a hacer justicia.
A la que le costó asumir que el viejo merecía una apretada fue a Julieta, una de sus tantas amantes. Pensaba que no le gustaría encontrarse nuevamente con él y que supiera que había firmado en su contra. A Graciela, su mamá, sí le gustó la idea. Ese guacho la había entusiasmado con la mar en coche en los ochentas y ahora se acostaba con su hija, era para matarlo más que para demandarlo.
Pero Ricardo Méndez convenció a Julieta, esa noche en la que se volvieron a ver después de los meses que duró el embarazo de Marta y que lo alejaron de su amante. La convenció como se convence a un niño triste, con mentiras y algodones. Le dijo que lo que había pasado entre ellos era “muy fuerte” y que “hacia mucho no le pasaba algo así” entonces que por eso “no le podía mentir” y que “había que firmar” porque “ese sorete” bien merecido se tenía “un escarmiento”.
Pobre Méndez, pensaba Julieta mientras se abrochaba el corpiño en la salita atrás de la florería donde se veían, pensar que él se acuesta en la misma cuchetita esta que el sorete y no siente el olor. Muchas flores, seguro.

jueves, 16 de julio de 2015

Columna de cultura

Para Llevalo Puesto

Google, Apple y Facebook dejaron de combatir las noticias y crearon apps para que te informes sin salir de sus plataformas: el papel murió, la webpage le sigue. Mobile is first. 

 

martes, 14 de julio de 2015

ChacaPeaks: Gong


Corre la pelota, corre él. Corre la pelota, corre él. El campo es tan inmenso que es imposible registrarlo enteramente con la mirada: es un estadio gigante, vacío e infinito.
Corre la pelota, corre él. Y mientras nunca la alcanza, se da cuenta que tras él hay otra pelota, que lo persigue. Pero no está sola. Son varias pelotas. Cientos, miles. Adelante una sola, pequeña, esquiva, veloz. Atrás: cientos, gigantes, pesadísimas. Pero no pueden alcanzarlo. El tampoco puede alcanzar la suya, pero nadie puede detenerlo. El estadio permanece en silencio. Solo escucha su respiración agitada y comienza a aparecer la sensación agobiante de aquel que no puede dejar de hacer lo que está haciendo aunque nunca decidió siquiera empezar a hacerlo.
El sonido de la desesperación es agudo, golpea en los oídos como un gong impreciso.
Corre la pelota, corren las pelotas, corre él. Va a llegar, alguna vez, a alguna parte, piensa, siente, se repite en silencio. Solo el gong y las pelotas, nadie en el estadio, nadie en las tribunas. No hay jugadores, no hay hinchada, no hay familia a quien impresionar. Solo está él y su deseo, multiplicado, gigante, volviéndose demasiado monstruoso para ser algo bueno, volviéndose caleidoscópicamente siniestro. Si aunque sea pudiera ver el arco rival, si aunque sea tuviera un norte, un objetivo. Puede que no haya arco, piensa, pero debería estar ahí, si esto fuera cierto debería haber un arco en alguna parte, piensa, pero no lo ve.
El sonido de la desesperación es una pelota gigante que corre atrás de una persona que corre una pelota pequeña.
Sigue. No puede detenerse. No hay sentido en correr pero no hay sentido en detenerse. Tiene que lograr alcanzarla. Antes de que las otras lo alcancen a él. Tiene que vivir para dar ese pase, para tirar ese centro, para golear ese penal. Tiene que poder correr, recibir, desmarcarse, pasar. Tiene que poder dejar de correr para jugar. Tiene que jugar. Tiene que poder.
El sonido de la desesperación es una madre preguntándole a su hijo si está durmiendo cuando duerme. El sonido de la desesperación es agudo y es una madre que te necesita cuando vos no querés ni podés correr más.
Santiago Ramírez ya no juega en River Plate. Pero sueña que corre, que corre porque no puede  no correr, en un estadio vacío, lleno de luz y tristeza, hasta que su madre le consulta si está despierto porque la tiene que ayudar a desarmar el placard de su padre, recientemente muerto.
Santiago Ramírez sabe cómo es el sonido de la desesperación.

domingo, 12 de julio de 2015

ChacaPeaks: Gato

Para Diario Cuatro Palabras

---------- Mensaje enviado ----------
De: Sofía Costas <soficostas@gmail.com>
Fecha: 06 de julio de 2015, 17:32
Asunto: ChacaPeaks
Para: claudiarodriguez@gmail.com

Hola Clau: ¿Como andas? Me preocupa no recibir noticias tuyas porque por acá está todo muy convulsionado, para bien y para mal al mismo tiempo. Te cuento: en principio mi tía Rosa está organizando unas reuniones para enseñarle a cocinar a unas vecinas que hace que se revolucione todo los días que vienen las chicas. Eso le hace bien a mi tía, que pareciera que rejuveneció unos diez años y no está más enferma. Pero a la vez este Masterchef que se inventaron acá le hace bastante mal a mi dieta: me la paso comiendo toda la semana las preparaciones que hacen sus alumnitas. Por otro lado, se suicidó el comisario. Sí, así como lo leés, se mató el tipo nomás, aunque lo quisieron “dibujar” de enfrentamiento. Te juro que no entiendo todavía bien qué problema puede tener alguien en este lugar que es tan tranquilo y comunitario para matarse, si te pegás un tiro en Buenos Aires vaya y pase porque están todos re locos, pero acá no sé, seguramente hay gato encerrado. Un poco quise averiguar, te imaginás, me acordé de todas las novelas de Agatha Christie que leí de chica y me quise hacer la Miss Marple resuelve todo mientras teje jaja, pero no hay forma che, bastante que logré sacarle de mentira verdad a una vecina que no había sido un enfrentamiento. Aunque las malas lenguas comentan que estaba enfermo y que por eso se mató, la verdad es que no me lo confirmó nadie. Lo loco es que el “más beneficiado” con la muerte del tipo es justamente su hijo mayor, al que deberían haber ascendido. Pero acá el gato: no lo ascendieron a él sino que mandaron a alguien de Buenos Aires. Eso, dice mi tía, quiere decir que no confían en el pibe, que los capos de Bonaerense creen que podría sospecharse que lo mató su propio hijo. Entonces al final, en plena llanura pampeana tenemos un “enfrentamiento” dibujado de “suicidio” que podría ser un “parricidio” ¿Qué me contás, eh? Vos que decías que me iba a aburrir como un hongo con mi tía en “el pueblito” al final pareciera que vine a Twin Peaks. Aparte: ¿Sabés algo de Pablo? La última vez que hablamos hace unas semanas (bueno hablar es un decir: él hablaba y yo le decía que sí y que no) se enojó mucho y me dijo que me iba a venir a visitar, pero nunca vino. Quizás con esto de la marcha esa de “Ni una menos” se calmó un poco. Ojalá. Cualquier cosa que sepas avísame, lo único que me falta es seguir con la saga de cadáveres chacabuquenses.
Beso grande, Clau
¡¡Venite cualquier finde que te esperamos con cositas ricas!!
S.

jueves, 2 de julio de 2015

Columna de cultura

Para Llevalo Puesto



El 1ero de julio entró en vigencia en España una de las leyes más retrógradas de la que se tenga memoria en democracia y como respuesta a los movimientos antideshaucios, del cual también surgen otras movidas antisistema como el posporno.