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martes, 25 de agosto de 2015

ChacaPeaks: Cotton Fields

Para Diario Cuatro Palabras

La vida es fácil, en realidad. Puede resumirse en diez cosas: levantarse, lavarse los dientes, ducharse, afeitarse, elegir camisa, desayunar, viajar al trabajo, trabajar, cenar, dormir. Son solo diez cosas, una y otra vez. No entiendo por qué la gente dice que las rutinas son aburridas si solo se necesita seguirlas, es cómo manejar en la ruta, te deslizas, hay algunas normas pero te deslizas, no hay semáforos, ni viejitas que cruzan mal las avenidas, ni piquetes. Sí, la vida es como ir en la ruta escuchando Creedence en un día con nubes, así el sol no te da de frente. Creedence ClearWater Revival. Esa banda de mierda, por qué se me habrá ocurrido comparar la felicidad con esa banda de mierda que me hizo conocer él. No hacía falta, Juancito, que te aparecieras así, si yo estoy acá bien, en el subte, haciendo una de mis diez cosas de vida normal. Si ya te moriste, si ya te olvidé, si ya me casé con otra. Qué necesidad tenés de aparecerte en formato Creedence. Sí, es una banda que nos gustaba a los dos, ya sé, ya sé que vos me la hiciste conocer, ya sé que bailábamos los temas cagándonos de risa, ya sé, basta. Te moriste. Te moriste por gil, por falopero. ¿Qué querés que recuerde? Si el amor se construye, Juanchi, el amor no es un absoluto. Si yo voy y vengo todos los días de mi casa al trabajo y construyo un hogar con mi mujer, si pagamos impuestos, compramos la cena, miramos tele, estamos ahí si alguien se enferma, eso es el amor, Juanchi, no es esa locura adolescente, esas maripositas no existen. Además yo no soy puto. Lo que pasó con vos pasó con vos y quedó ahí. No es que me gusten todos los hombres. No. A mí me gustabas vos, me gustaba tu espalda, tu forma de caminar, tu olor. Es el Be, de Calvin Klein, ya sé, pero ese es tu perfume, no es un perfume. El otro día en la oficina vino un proveedor que lo tenía y me puse como loco. El olor de los muertos, pensé. Pero no, era tu olor, eras vos, era Juancito Klein viniéndome a visitar desde Creedence y la concha de tu madre.

Carla está bien, está feliz. Somos felices, tenemos casa, auto, perro. Tenemos un crédito, dos tarjetas, un plasma. Tenemos todo, Juanchi, porque si haces diez cosas una atrás de la otra una y otra vez conseguís eso, con paciencia, esfuerzo, trabajo, disciplina, compromiso. Nada de locuras de amor, nada de locura. El amor es coger una vez por semana pero estar ahí toda la semana, ¿entendés? Si vos estás, eso es el amor, estar ahí. Aunque la cabeza a veces esté en otro lado, sí, dejá de contradecirme. Odio eso, odio que me sigas como una discusión eterna. No, Juanchi, mi vida, no. El amor no es una discusión eterna, el amor está de acuerdo, dice “Sí, mi amor” y listo. Pero sobre todo, el amor nunca, nunca jamás usará Be de Calvin Klein, porque a diferencia del One, no es un perfume unisex.

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