No se puede decir nada de una película de Scorsese. Si dices que es
buena todos te dirán que chocolate por la noticia y si dices que es mala
te dirán que cuántas películas has hecho tú para poder decir algo de
Scorsese. Además, este año salió Joker (Phillips, 2019), que le roba todo a Scorsese, que es una redundancia de Scorsese, es una gangbang de scorsesismo, el punto más alto del scorsesisimo desenfrenado, vamos, la hostia. Y es la película del año. Joker, no El Irlandés. Porque El Irlandés
más bien parecen 3 o 4 películas, ya no desde la monótona y repetitiva
trama sino desde la duración que, huelga decir, conspira para
considerarla una mini serie mal estructurada o una serie de 6 capítulos
acortada en los extremos.
Con todo, cuando parece que nada podría decirse de Martin que no se haya dicho ya, se leen copiosos análisis de El Irlandés
en los que se destaca su destreza técnica (pero tío, es Martin
Scorsese, qué esperabas), las magistrales actuaciones (esos actores
están dirigidos por Martin Scorsese, joder, lo que faltaría es que lo
hagan mal) y la construcción de un universo único e irrepetible (pero si
dirige Martin Scorsese, coño, todo tengo que explicarte).
Lo curioso de la experiencia de ver en Netflix (amo y señor de las
series) al que es considerado uno de los mejores directores de cine del
siglo XX, es que muchos de los temas que aborda en su filme ya han sido
retratados (mejor y de manera más entretenida) por otros productos
televisivos (no producidos por Netflix). A saber:
- Los mafiosos son tipos normales que tienen familia y sentimientos. Sí. Correcto. Durante seis temporadas Tony Soprano supo hacernos entender que la gente que mata gente también quiere gente a la que no mata. Siguiente pregunta.
- Las décadas del 50/60/70 fueron convulsionadas en Estados Unidos. De acuerdo, bien se encarga Mad Men de señalarlo con mucha más elegancia y ¡OH NO! ¡personajes femeninos con cosas para decir! ¡Vaderetro!
- Los sindicatos son un nido de víboras del que no sale vivo nadie. Quién lo hubiera dicho. Ya David Simon logró desentrañarlo en la segunda temporada de The Wire.
Solo Martin Scorsese puede permitirse el lujo de poner un par de
señores a discutir sobre movidas de señores que matan señores en 2019 y
encima distribuirlo world wide con la plataforma más nociva para el
consumo de cultura de la última década.
Solo Martin Scorsese puede desperdiciar a Ana Paquin y hacerla parecer una mujer florero.
Solo Martin Scorsese puede olvidarse de que es Martin Scorsese y
hacer una película tan Martin Scorsese que no parezca un copycat de sí
mismo.
En fin.
Siempre dudé si Al Pacino y Rober de Niro no eran la misma persona. Spoiler alert: Sigo sin descifrarlo.
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