---------- Mensaje enviado ----------
De: Sofía Costas <soficostas@gmail.com>
Fecha: 02 de marzo de 2015, 15:27
Asunto: Novedades
Para: claudiarodriguez@gmail.com
Clau: ¿Cómo andás? Qué bueno lo que me contás de la cátedra,
felicitaciones!!
Por acá también tengo novedades. En principio decidí tomar
unas horas en un colegio acá en Chacabuco y licenciar las de capital aunque sea
un cuatrimestre. Sé que suena loco pero mi tía Rosa está mal de salud, así que
le va a venir bien un poco de compañía y a mí me viene bien alejarme un poco de
Buenos Aires, la locura de la ciudad a veces no nos deja ver lo que realmente
queremos. Además conocí a unos cuantos vecinos de la tía que son buena gente,
más tranquila, mucho más honesta y mucho más transparente que los porteños. No
sé Clau, no sé si este es mi lugar en el mundo o si estoy haciendo la gran Into
the Wild (¿la viste, no?) pero este mes acá me generó una paz mental
indescriptible. Por otro lado tengo novedades de Pablo, que se enteró dónde
estaba (no sé cómo) y se vino para el findesemana largo de Carnaval. La pasamos
bárbaro, no discutimos ni una vez, no se enojó porque me hubiera ido así de un
día para el otro y hasta mi tía lo adora. Es loco pero a veces creo que todavía
puedo quererlo, que todavía puedo creerle, o algo así. Sé que me vas a decir lo
de siempre (que es un hijo de puta, un mentiroso, un violento, un perverso, lo
sé, lo sé, me lo taladra todo el día el pajarito) pero a la vez siento que hay
algo superior a mí que me dice que tengo que quedarme con él. Como si en
realidad mi lugar en el mundo no fuera geográfico sino cósmico, mental,
espiritual. Cuando estamos juntos siento que no podría construir un hogar en el
que no esté. Qué palabra loca “hogar”, ¿no? Siempre me acuerdo cuando aprendí
en la fac que viene del latín focus, que quiere decir fuego. ¿Sera que entre
Pablo y yo no se apagó todavía? La verdad es que la distancia me hizo dar
cuenta de que lo necesito. Al hogar, al fuego, a Pablo. En fin, por ahora vamos
a seguir separados, él en Buenos Aires y yo acá, pero estuvimos viendo algunos
terrenos para comprar, hay unas cosas divinas, muy baratas. Quizá la
tranquilidad de este lugar se le traslade también a él y podamos empezar de
cero. Quizás pueda olvidarme de las cosas que me hizo, perdonarlo y volver a
enamorarme de él como cuando nos conocimos. Ojala que sí.
Te mando un beso enorme, amiga, sigamos en contacto y a ver
cuándo venis a comerte un asadito!
Sof.