Culpemos a Bradbury. Siempre es fácil culpar a los muertos de las tragedias de los vivos, pero qué fútil. Como si se pudiera diferenciar, a esta altura, algo de todo eso: estar vivo o muerto, ser o no ser Bradbury, tener o no tener la culpa de nuestros actos.
En todo caso, la culpa es de los dos: de Ray, por haber propuesto esta idea tan tonta, tan productivista, de que hay que escribir un cuento por semana durante un año y mía, por acatarla. Una semana atrás de la otra, un cuento atrás del otro. OK, lo hago, ¿y entonces? ¿Soy escritora? ¿En qué momento? ¿En el cuento Nº1? ¿En el cuento Nº32? ¿En el Nº52? = (Idea para cuento Nº10: Una escritora que empieza a escribir cuentos una vez por semana y a la mitad le pasa algo que no planeó y tiene que dejar de hacerlo, pero entonces cae sobre ella una “Maldición Bradbury”, que consiste en que los cuentos se escriben solos).
Entonces qué, Ray, qué.
Entonces tenés 52 cuentos ¿qué más querés?, me dice Ray, desde el más allá. Que en su caso es, lógicamente, Marte. ¿Y si todos los muertos están en Marte? ¿Y si un día la humanidad llega a Marte y se da cuenta que allí están todos los muertos de todas las eras geológicas anteriores? = (Idea para cuento Nº9: Una expedición llega a un planeta lejanísimo y encuentra a todos los muertos de la historia de la humanidad en permanente guerra por la conquista del espacio físico porque resulta ser un planeta muy pequeño, entonces el bando de los “malos” secuestra la nave espacial y vuelve a la Tierra).
Un poco también la culpa es de Borges. De sus cuentos “sobre escritores ficticios para lectores reales”, como me gusta llamarlos. Y de un artículo que lamentablemente encontré sobre “Funes” en la que el muy hijo de puta de Georgie cuenta el argumento entero de Funes en una revista como 10 años antes de publicar el cuento en sí. O sea que el “método Borges” era primero escribir la idea del cuento, como una especie de chiste platónico y después publicarla como un cuento real o si le daba mucha fiaca, como un cuento irreal, titulado “El tema de…”. = (Idea para cuento Nº8: Una historiadora que haciendo archivo de revistas viejas encuentra un artículo en 1800 que habla de la futura creación de un personaje llamado Borges con toda su biografía y entra en un agujero de gusano infinito).
No me hace bien leer a Borges. No me hace bien seguir los consejos de Bradbury. Pero si leo a Borges y obedezco a Bradbury: ¿Soy escritora? ¿En qué momento? ¿En el libro Nº1 de Borges? ¿En el libro Nº2? ¿Si digo muchas veces Borges en las conversaciones con mis amigos? = (Idea para cuento Nº7: En un futuro distópico no muy lejano se prohíbe mencionar a Borges, leer su literatura y/o nada relacionado con él, se usan para el decreto de prohibición las mismas palabras que el decreto que proscribía al peronismo. Grupos de resistencia llaman a sus gatos JLB o similar).
Resumiendo: Se me ocurrió escribir un cuento por semana, como dice Bradbury que hay que hacer. Un poco para obligarme a escribir cuentos (lo que más me gusta escribir, después de cartas) y sacarme de encima la novela (que odio, porque requiere que la protagonista quiera algo y a mí me gustan las protagonistas que no quieren nada y son heroínas involuntarias) y otro poco para pasarla bien. = (Idea para cuento Nº6: Un cuentista obligado a extenderse y extenderse y extenderse en algo para que le paguen más decide suicidarse antes de terminarlo).
Asi que aquí estoy, escribiendo y publicando un cuento por semana hace ya como ocho semanas. En este caso, en lugar de un cuento propiamente dicho, quiero decir, con introducción, nudo, desenlace, las dos historias, las semillas de la historia 2 en la historia 1, el final sorpresivo que nos hace resignificar todo lo anterior, en fin, el cuento clásico, lo que voy a hacer es una lista de cuentos que no voy a escribir, como hacia Borges. Porque queda claro que si imito a Borges sí soy escritora. Sí o sí.
En realidad hago esto porque en unos días viene mamá a visitarme a Madrid, entonces tengo que apurarme a escribir ahora, antes de que llegue ella, me arruine la vida, la psiquis y la estabilidad necesaria para escribir un cuento por semana. Mamá se queda cinco semanas. Ergo, tengo que tener cinco cuentos ficticios preparados para después simplemente retomar el tema desde donde lo dejé, si sobrevivo.
Aquí dejo la lista:
Idea para cuento Nº5 = Bullying padres juntos: Una nena a la que le hacen bullying en la escuela porque sus padres están juntos entonces intenta por todos los medios que se se separen y no lo logra.
Idea para cuento Nº4= Hombre blanco heterosexual: Punto de vista del típico hombre blanco heterosexual quejándose de los avances del feminismo en su vida cotidiana.
Idea para cuento Nº3= Start-up muerte digital: Una empleada de una empresa que guarda los datos digitales de los muertos confunde datos de vivos y muertos y se vuelve loca.
Idea para cuento Nº2= Trineos: Un papá noel depresivo tipo Pagliacci comienza una cruzada en la que le cuenta a los niños que van a saludarlo al shopping que Papá Noel no existe y los padres elevan una queja, llega al congreso, la corte suprema, se convierte en un ídolo mundial, la navidad deja de existir.
Idea para cuento Nº1= Un cuento por semana + Mamá: Un cuento que explique que viene mamá y la vida se me va a la mierda así que mejor que escriba sobre no escribir y haga una lista de cuentos que no escribí. Posible título: Útero.
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