Acá
está, era esto. El futuro era al final una sucesión de presentes
absolutos de encierro, infoxicación y soledad. Los números de muertos,
los infectados, las medidas tecno-represivas, la guerra de balcones y la
geopolítica del morbo se acomodan a diario para no permitirnos pensar
en nada que no sea el virus o para no dejarnos directamente pensar.
En su último disco editado en 2019, Los Espíritus aparecieron con un tema inusualmente optimista llamado "Semillas de luz".
En él se repite como mantra una y otra vez "Todo estará bien, ya lo
verás", que resuena en los versos de "All Things Must Pass" de George
Harrison y otros temas "feeling good" de la propia banda. Pegadiza, la
canción puede funcionar de himno ante la horda de malas noticias a la
que nos enfrentamos a diario, la incertidumbre y pesadez de estas
semanas. Inspirados en ese optimismo por la fuerza, recomendamos algunos
ejemplos de literatura luminosa para atravesar la pandemia pero también
para confiar en que un mundo mejor será finalmente posible.
Venceremos.
Una educación, Tara Westover
¿Qué harías si tu padre creyera en el fin del mundo en plan apocalipsis y te prohibiera ir a la escuela? ¿Cómo quedaría tu capaciad de relacionarte con los hombres si tu hermano te moliera a palos cada vez que quisiera mostrarte afecto durante tu infancia? ¿Cómo harías siendo mujer en 2020 para poder lidiar con todo eso en tu curriculum y de paso meter un Best Seller del New York Times? Pues bien, inspirada en su propia historia como hija de una familia casi mormona de la larga estepa norteamericana, Westover sacó su diario íntimo a relucir en un increíble retrato no solamente cuán limitados pueden ser los yankees del midwest sino también cómo es posible escaparse de ellos, escribir sobre su atraso mental y además salir viva del asunto.
Instrumental, James Rhodes
Este pianista británico fue víctima de abusos durante su infancia y según sus propias palabras su vida ha estado marcada por esa tragedia. Pero escuchar a Rajmáninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a combatir sus demonios y a transformar su vida. Después, ya famoso, empezó a escribir. Canto a la posibilidad de superación de traumas pero también alegato inefable de cómo el arte puede mejorar la vida, esta autobiografía busca emocionar, inspirar y combatir a aquellos que creen que los golpes de la infancia son imborrables y determinantes para siempre.
Cómo se hace una chica, Caitlin Moran
Luego del aclamado "Cómo ser mujer" a esta periodista inglesa le pidieron más líneas sobre la vida con su particular mirada y dos años después sacó de la galera esta novela, en la que relata las viscitudes de una niña de clase media baja en el Londres de los 60's (¡quién pudiera!) y su derrotero en los inicios del periodismo de rock. Desde ser una pobre adolescente con acné y ayudas sociales a una amiga de famosos, Moran se encarga de retratar ese paso duro de la pubertad a la adultez, los excesos, los muchachos y el rock desde adentro, mostrando con claridad que todo tiempo pasado no siempre fue mejor.
Alta fidelidad, Nick Hornby
Maestro indiscutido de la comedia británica, Hornby esconde en un cinismo y escepticismo grunge mucho más optimismo del que parece a primera vista. En esta novela desmenuza una historia de amor atrás de otra en manos de su personaje, un alter ego confeso dado la debilidad que Hornby siempre ha explicitado en relación a la música. Un vendedor de vinilos, un montón de canciones y un John Kusac en su mejor momento en la versión película: un combo levanta ánimos invencible.
Una educación, Tara Westover
¿Qué harías si tu padre creyera en el fin del mundo en plan apocalipsis y te prohibiera ir a la escuela? ¿Cómo quedaría tu capaciad de relacionarte con los hombres si tu hermano te moliera a palos cada vez que quisiera mostrarte afecto durante tu infancia? ¿Cómo harías siendo mujer en 2020 para poder lidiar con todo eso en tu curriculum y de paso meter un Best Seller del New York Times? Pues bien, inspirada en su propia historia como hija de una familia casi mormona de la larga estepa norteamericana, Westover sacó su diario íntimo a relucir en un increíble retrato no solamente cuán limitados pueden ser los yankees del midwest sino también cómo es posible escaparse de ellos, escribir sobre su atraso mental y además salir viva del asunto.
Instrumental, James Rhodes
Este pianista británico fue víctima de abusos durante su infancia y según sus propias palabras su vida ha estado marcada por esa tragedia. Pero escuchar a Rajmáninov en bucle durante su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a combatir sus demonios y a transformar su vida. Después, ya famoso, empezó a escribir. Canto a la posibilidad de superación de traumas pero también alegato inefable de cómo el arte puede mejorar la vida, esta autobiografía busca emocionar, inspirar y combatir a aquellos que creen que los golpes de la infancia son imborrables y determinantes para siempre.
Cómo se hace una chica, Caitlin Moran
Luego del aclamado "Cómo ser mujer" a esta periodista inglesa le pidieron más líneas sobre la vida con su particular mirada y dos años después sacó de la galera esta novela, en la que relata las viscitudes de una niña de clase media baja en el Londres de los 60's (¡quién pudiera!) y su derrotero en los inicios del periodismo de rock. Desde ser una pobre adolescente con acné y ayudas sociales a una amiga de famosos, Moran se encarga de retratar ese paso duro de la pubertad a la adultez, los excesos, los muchachos y el rock desde adentro, mostrando con claridad que todo tiempo pasado no siempre fue mejor.
Alta fidelidad, Nick Hornby
Maestro indiscutido de la comedia británica, Hornby esconde en un cinismo y escepticismo grunge mucho más optimismo del que parece a primera vista. En esta novela desmenuza una historia de amor atrás de otra en manos de su personaje, un alter ego confeso dado la debilidad que Hornby siempre ha explicitado en relación a la música. Un vendedor de vinilos, un montón de canciones y un John Kusac en su mejor momento en la versión película: un combo levanta ánimos invencible.
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