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martes, 2 de junio de 2015

ChacaPeaks: Santificado

Para Diario Cuatro Palabras

Me llega un mensaje: Papá se suicidó.
Y yo pienso: ¿Qué? Y  contesto cualquier cosa.
Me repiten: Papá se suicidó.  
OK.
Papá se suicidó.
Eso.
El temible Sargento Ramírez, la voz de mando de todo Chacabuco, se pegó un tiro.
Mi papá, que me cagaba a trompadas a mí y a quien se le pusiera adelante, se murió.
Peor, se suicidó. Como un cagón, como una rata.
Estoy en la combi yendo para su velorio y en lo único que puedo pensar es en la frase “Papá se suicidó”.
Qué pelotudo, también pienso, pero no lo digo.
Y trato de dormir.
En el velorio entendí todo. Papá se suicidó pero lo dibujamos como un enfrentamiento porque la moral del pueblo, imaginate, me dice mi hermano Marcelo, el subcomisario. Este pueblo no tiene moral, le contesto. Bueno, es importante para los vecinos que no se sepa nada, pensá que papá tiene una imagen que mantener, me retruca Marcelo. Imagen de mierda, pienso, pero no lo digo. Lo que sí digo es: Ok, si se pegó un tiro con la reglamentaria cómo lo van a disfrazar de enfrentamiento, pelotudos.
Dije pelotudos en el velorio de mi papá.
Sí, lo dije.
Un asunto interno, me despacha rápido Marcelo. Interno con quién, ¿con el oficial dos en una comisaría de pueblo?, pienso pero, otra vez, no lo digo. No importa, Santiago, vos tenés que volver, por mamá, me tira Marcelo. ¿Qué? ¿Volver?  ¿Volver al pozo?  Antes me suicido yo también.
En el velorio entendí todo. Entendí como mis sueños de jugar en la primera de River se desvanecían por los aires porque tenía que volver a Chacabuco, porque mi papá era un cagón que se había pegado un tiro. Eso también lo pensé, nunca podría haberle dicho “cagón” a mi papá, pero mi papá nunca se había suicidado antes, tampoco.
Papá se nos fue, Santito. Dice Mamá. Necesito que te encargues con tus hermanos de las cosas. Dice. Total en el club te esperan. Mamá. Que esté en el cielo orgulloso de vos. Papá. Que te acuerdes de cuando eras chico. Papá cuando yo era chico. Que le dediques un gol. Papá y yo jugando al fútbol.
En el velorio entendí todo. Me lo contó Marcelo. Papá tenía cáncer de próstata. No se la iba a bancar. Mamá no lo sabe, no le digas, me pide.
Pienso en papá, pienso en la reglamentaria.
Pienso en volver.
Pienso que no se puede volver al lugar del que nunca te fuiste.

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