Santiago Ramírez ahora juega en
River Plate.
Antes, mucho antes, muchísimo
antes que antes, en otro universo, había sido el hijo menor del Sargento
Ramírez. Era cuando vivía allá. Allá es Chacabuco. Allá es El Más Allá. Con
mayúscula bíblica. El pozo. Allá, en Chacabuco, el pozo. El pozo donde fue el
hijo de Papá. Donde fue hijo del jefe. Donde entendió de chiquito
cómo-era-la-cosa. Donde descifró que la-cosa era gente muerta. O gente
golpeada. O gente que pagaba para que Papá no los cagara a trompadas. O gente
que cagaba a trompadas a otra gente para que le pagara a Papá. O simplemente
gente. Allá, en Chacabuco, el pozo, donde entendió que la-cosa era un montón de
gente que le tenía miedo a Papá.
Como él. El siempre le tuvo miedo
a Papá. Con mayúscula bíblica.
Pero Santiago Ramírez ahora juega
en River Plate. En las inferiores, pero en River Plate. Todavía no entró de
titular, pero en River Plate. El que está en su puesto es mejor que él, pero en
River Plate. Además, vive en Buenos Aires. Ya no vive allá. Y sí o sí va a
jugar de titular.
No es que un poco no extrañe. A Laura,
su novia, le dijo que la extrañaba. A sus amigos también, no les dijo, pero les
prometió llevarlos a conocer los boliches de Capital. A su mamá sí, le dijo,
cuando finalmente se volvió al pozo después de conseguirle el departamento en
Capital, que la iba a extrañar. Porque con mamá uno puede permitirse algunas
licencias.
Santiago Ramírez ahora juega en
River Plate. Y vive solo en un departamento. Tiene que limpiar. Tiene que
planchar. Tiene que cocinarse. Y su dieta tiene que estar balanceada. Tiene que
tener proteínas y cero grasas. Porque sí o sí va a jugar de titular.
Santiago Ramírez ahora juega en
River Plate. Busca a su wandanara. Espera a su wandanara. Sueña con wandanara y
se toca pensando en wandanara y se tatúa wandanara y si no hay wandanara que no
haya nada entonces.
Nunca va a volver al pozo de
donde salió. Y va a jugar de titular.
Nunca jamás va a volver a ser el
hijo del Sargento. Y sí o sí a jugar de titular.
Nunca jamás en su puta vida va a
volver a ser eso. Sí o sí, de titular.
Nunca, jamás, en su putísima vida
van a volver a golpearlo como lo golpeaba el Sargento, su papá. Y va a jugar de titular. Sí o sí.
Saliendo de entrenar le llega un
mensaje de su hermano Marcelo: “El viejo se suicidó, más vale que te vengas cuanto
antes”.
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