Entonces me ofreció los fanales
rosas o los amarillos y a mí me pareció que por cómo están vestidas las mesas con
los manteles cremita y las sillas con la guarda esa en coral los fanales
deberían ser amarillos porque si te ponés a ver el amarillo estaría en la gama
del coral pero en realidad no o sea rosa quedaría tipo como que más
cachivachero como que el rosa le compite al coral y el amarillo es
complementario. Y ahí fue que la llamé a mamá y le pregunté y
ella me dice que qué grasada los fanales le dije bueno qué querés de centro de
mesa y me dijo que flores que los fanales no aparecen en ninguna de las
revistas y que además en el casamiento de Mica directamente no había centro de
mesa y ahí le dije que siempre me compara con Mica y que este es mi casamiento
y no el de ella y nos peleamos porque empezó con que yo siempre ando
compitiendo y que ahora que Mica se casó yo me iba a casar también y ahí la
puteé y le dije mirá mamá si vos querés ayudarme con la fiesta te lo agradezco
pero no empieces con esto porque voy a llamar a tu psiquiatra y ahí la muy
yegua me dice más psiquiatra necesitás vos que te casas con un indio del
interior cómo me va a decir así si sabe que vos no sos un indio que fuiste a la
universidad que Chacabuco es una ciudad grande pero claro para ella si no es de
Belgrano como papá no sirve. Y ahí la llamé a Mica y me dijo que me quede
tranquila que no importaba lo que mamá pensara que si yo estaba convencida de
casarme y si nos amábamos qué importaba y entonces le pregunté a ella lo de los
fanales y me dijo que pusiera los amarillos pero sin vela que lo de la vela sí
era una grasada vos qué opinás amorcis.
Martín Méndez intuyó desde un
primer momento que proponerle casamiento a Carla sería una movida arriesgada,
pero otra opción no le quedaba. Su madre ya le había dado el visto bueno a la
candidata y la fiesta la pagarían los padres de ella.
Negoción.
Qué mejor carta de presentación
en el mundo que una mujer linda, joven, alegre, deportista. Una señora de su casa
con la que tener hijos bonitos y salir bien en las fotos. Una compañera que
supiera que le gustaban los tipos pero que no le jodiera. Que no le pidiera
tener relaciones más que las necesarias para procrear.
Y además, las propiedades, los
amigos del country, los contactos del padre.
Negoción negoción.
Pausó la Play, la miró y dijo:
-Velas no hacen falta,
tu hermana tiene razón.
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