Tras nueve años alejado del cine Damián Szifron estrena Relatos Salvajes, una mega producción internacional con un plantel actoral para alquilar balcones.
Si de algo sirven los prejuicios en esta vida, es para hacerla más fácil. Damián Szifron -creador de Los Simuladores, Hermanos y Detectives, Tiempo de Valientes- es un número puesto en la cinematografía nacional y esta película no hace más que demostrarlo.
Estrenada (y ovacionada) en la selección oficial del 67° Festival de Cannes,
es por lejos el tanquecito de la industria para la exportación este
año. Japón, Estados Unidos y toda Latinoamérica ya la compraron y su
derrotero sigue en el Festival Internacional de Cine de Toronto, uno de
los más importantes del mundo, que se desarrollará entre el 4 y el 14 de
septiembre.
Pero hay bastante más atrás de estos pergaminos en la película
coproducida por Kramer & Sigman, Telefe y El Deseo (de los hermanos
Almódovar).
“Lo que más me gusta es que quedó compacta”, señaló el director hace unos días en una entrevista exclusiva para Notas.
“Estaba pensada como serie para televisión, en principio 14 relatos
escritos y 20 sin desarrollar”, contó en la conferencia de prensa del
estreno. De esa producción quedaron solo seis historias unidas por un
tema en común: la violencia. En ese sentido, el formato de relatos puede
que sea el punto más fuerte y más flojo de la película. Suena de lejos
la muletilla “las series le han ganado al cine” y algo de eso hay.
Porque si bien, como explicó Szifron, la tensión se sostiene de manera
sólida a partir de una misma lógica narrativa en todos los casos, uno
casi podría adivinar que cada episodio podría ser una película distinta
de así haberlo querido el cineasta oriundo de La Matanza. Pero no.
Y aquí hay que reconocerle el riesgo que asume pero que a la vez le
reditúa: al ser historias breves, el espectador queda aferrado a la
silla y aun en los episodios menos espectaculares desde el despliegue
técnico se sigue sosteniendo la tensión. Y si bien los relatos son seis,
el armado final tiene una identidad muy fuerte: se ve en el montaje, la
pluma y la lente.
“Todos podemos perder el control”, es el slogan de esta película.
Todos nos cansamos, nos hartamos del maltrato y las injusticias. Todos
podemos ser salvajes, violentos o despiadados. A la vez, todos tendremos
un relato favorito de entre los seis, nos identificaremos con alguno de
los personajes y finalmente saldremos del cine diciendo “qué buena
película”.
Tras la polémica de hace unos días en la mesa de Mirtha y la huelga del Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público,
finalmente llega a las salas el regreso del héroe. Pocos pensarán en
cuánto se gastó en hacer esta película. O en que el guión está
ajustadísimo a muchos de los temas candentes de la realidad nacional,
tales como burocracia, inseguridad y corrupción. Algunos verán que es
“la-película-de-Darín”, por lo que probablemente estallen las boleterías
de gente que jamás siquiera escuchó nombrar a al maravilloso Maximo Cosetti. No importa. Relatos Salvajes
será la película del año: entretenidísima, súper prolija y con un guión
impecable. Szifron no defrauda a sus fanáticos y se proyecta
internacionalmente. Que sea rock.
Relatos salvajes
Guion y dirección: Damián Szifron.
Con Ricardo Darín, Erica Rivas, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, Rita Cortese y Julieta Zylberberg.
Música: Gustavo Santaolalla.
Fotografía: Javier Juliá.
Guion y dirección: Damián Szifron.
Con Ricardo Darín, Erica Rivas, Oscar Martínez, Leonardo Sbaraglia, Darío Grandinetti, Rita Cortese y Julieta Zylberberg.
Música: Gustavo Santaolalla.
Fotografía: Javier Juliá.
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