Faltan más de seis meses para saber cómo sigue la saga Underwood en
la Casa Blanca. Antes, durante o después quedaron en el tintero otras
series para entender cómo funcionan los resortes del poder. ¿Qué hacer
mientras Frank descansa? Tratar de conquistar el mundo, pues.
The State Within (2006)
La vieja antinomia yankees vs ingleses aparece nuevamente en esta
miniserie de la BBC que en seis capítulos muestra al Embajador británico
en Washington cuando un avión explota sobre la capital norteamericana y
la ciudad entra en pánico. El dato vintage: la Secretaria de Estado es
interpretada por la genial Sharon Gless, la detective Christine Cagney
en Cagney & Lacey (1981).
State of Play (2003)
Esta miniserie inglesa les sigue los pasos a los periodistas de The
Herald, un diario británico que investiga una serie de asesinatos que
parecen inconexos pero terminan relacionados con el poder. Tuvo un
remake estadounidense en pantalla grande en 2009 con Russell Crowe y Ben
Affleck pero trasladaba la intriga de Londres a Washington. Justicia
por Zoe Barnes.
Los Borgia (2011)
Jeremy Irons encarna al Papa Alejandro VI en esta coproducción de
Hungría, Canadá e Irlanda que muestra un siglo XV convulsionado en la
Europa renacentista. Intrigas palaciegas, papales y familiares para
recordar a Romeo y Julieta o pensar en los gestos de Francisco. Ateos,
abstenerse.
The Sopranos (1999)
Los mafiosos más conocidos y queridos del mundo después de El Padrino
en una de las primeras series que mostró un antihéroe complejo y con
matices tan común en estos días de BreakingBadmania. Seis temporadas de
armas, bolognesa y las sesiones de terapia del capo de la mafia de New
Jersey. Si Frank Underwood les parece malo, aquí está la nave madre.
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